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Richard Avedon / La luz y la sombra

Updated: Feb 25, 2019


Por primera vez en Alemania, una gran exposición retrospectiva del fotógrafo norteamericano Richard Avedon (1923-2004) se presenta en el Museo Martin Gropius Bau de Berlín. La muestra incluye trescientas imágenes, tomadas a partir de los años 40: las del glamoroso mundo de la moda en Paris; sus retratos psicológicos de artistas; las series In the American West, tomadas en el EE.UU profundo y The fall of the Wall, que registró la caída del Muro de Berlín, hace ya veinte años.


A lo largo de cinco décadas, el fotógrafo Richard Avedon ha sido una de los nombres más célebres del mundo de la moda, una reputación que creció a través de revistas como The Harper´s Bazaar, Vogue, LIFE y The New Yorker, entre otras. Fue el primero en romper con la barrera de lo serio y lo informal en el retrato fotográfico, al captar profunda e irreverentemente a sus modelos, haciendo su obra tan radical e intensa.


Avedon creó una galería de personajes, en los que sobresalen políticos, actores, músicos, escritores, pintores y bailarines con un estilo de imagen icónico y característico; sus retratos de Charlie Chaplin, Andy Warhol, Janis Joplin, Truman Capote, Allen Ginsberg, Susan Sontag o Los Beatles se conservan en el imaginario colectivo. El enfoque amplio de su trabajo también incluyó reportajes documentales de personas alejadas de la fama, como los retratos de la serie In the American West, donde fotografió a trabajadores anónimos con la misma dignidad de sus celebridades.


MAS ALLÁ DE UNA IMAGEN EGOISTA


Cuando R.A. llegó a París en 1946, después de haber cubierto como fotoperiodista la reconquista de los aliados en Europa, lo hizo en calidad de fotógrafo principal de la revista The Harper´s Bazaar. La imagen de París como el centro de la moda mundial debía ser reconstruida, pero la guerra y la destrucción aún dejaron sus cicatrices. La estrategia de los medios fue perpetuar este glamour, pero de una forma artificial y algo forzada, a través de modelos con poses estáticas, casi divinas, con un aura de sobrenaturalidad.


Avedon combinó la ilusión del estilo y la cultura europeos con la vida cotidiana, haciendo respirar a sus fotografías vida y movimiento. Su innovación sobre los clásicos retratos de estudio fue llevar los modelos a la calle, haciéndolos parecer más naturales y espontáneos, con una fantasía, elegancia y desenfado nunca antes vistos.


Estas particularidades del trabajo de Avedon atrajeron a la casa de moda Dior y a su nueva colección lanzada a fines de la década del ´40 bautizada New Look, siendo nombrado fotógrafo oficial de la campaña, y donde las modelos fueron captadas en situaciones activas y energéticas. Por ejemplo, la deslumbrante modelo Dovima fue objeto de una memorable serie en un circo junto a unos magníficos elefantes. La famosa fotografía Dovima con elefantes, tomada en 1955, es la imagen de una mujer triunfante , y que luce un vestido de noche diseñado por el nuevo asistente del modisto Christian Dior, Yves Saint Laurent. La modelo española Carmen fue objeto del retrato para la firma del modisto Pierre Cardin, que denominó Homenaje a Muncaksi, inspirada en el trabajo del gran fotógrafo húngaro Martin Muncaksi.


Con un tapado que le llega a las rodillas, un paraguas y un salto elegante en una placita de la la ribera izquierda de Paris (o rive gauche, al lado izquierdo del río Sena), Avedon captó la gracia y energía de una mujer emancipada y libre, confiada en su presente. El retrato de Twiggy, la modelo inglesa paradigma de la anorexia con sus cuarenta y dos kilos de peso, es el de una medusa con sus cabellos al viento, cuando ella ya había abandonado el modelaje. Veruschska, la top model alemana que actuara en la célebre escena del film de Michelangelo Antonioni, Blow up (1966) en una de las más sensuales escenas de la historia del cine sin desnudez, fue también registrada por Avedon. En la foto, ella gira divertida alrededor de un objeto que sujeta con sus dientes.


En estas escenas ficcionales y ciertamente, muy provocadoras por su alto contenido sensual, las primeras supermodelos fueron desacralizadas con su cámara al hacerlas parecer de carne y hueso, terrenales; recordemos los retratos de Dorian Leigh, de su hermana Suzy Parker, de China Machado o Barbara Mullen. El estilo reconocible en sus primeros retratos era colocar a sus sujetos frente a un fondo enteramente blanco, dirigiendo la atención a la postura, la expresión y los gestos de sus protagonistas. Con estas premisas compositivas continuó en sus poderosos retratos del mundo cultural y de la vida ordinaria que haría años más tarde.


ANDY WARHOL Y THE FACTORY

Un gran mural a escala natural enseña a los miembros del grupo creado por Warhol bajo el nombre de The Factory, La Fábrica de Nueva York, integrado por artistas como Gerard Malanga, los actores Joe Di Alessandro, Edith Sedwick, los cantantes Lou Reed, Niko, el crítico de arte Mario Amaya. Un registro testimonial enorme y que ocupaba una de las salas más importantes de la muestra de Richard Avedon, una foto grupal en la que experimentó nuevas fórmulas, como trabajar individualmente cada persona a la vez que integrarla en el conjunto.


Las expresiones de los efigiados son reveladas en un registro que va de la alegría al aburrimiento, y a veces éstos se repiten dos veces. Aquí se emplea la idea de un lapso temporal, como que cada persona viaja de cuadro a cuadro dentro del mural. Es incalculable la influencia que ejerció el pensamiento de Warhol en Avedon, pues luego de la clásica Europa, allí se sintió rejuvenecido y energizado con la efervescencia de la revolución cultural y sexual que a fines de los ´60 abrió nuevos horizontes. EL SALVAJE OESTE

Avedon recibió el encargo del proyecto In the American West, de una de las más importantes instituciones artísticas de los Estados Unidos, el Amon Carter Museum de Forth Worth, en Texas. El proyecto sería un estudio que le permitió dedicarse al pueblo de su país. En la serie fotografió camareras, mineros, peones, camionero, y todo tipo de trabajadores, valiéndose de una sábana blanca que montaba en diferentes escenarios, con luz natural, cámara y trípode.


En el curso de los veranos entre 1979 y 1984, Avedon y su equipo viajaron a través de varios estados del oeste norteamericano, editando el notable número de 752 retratos. Las personas de la serie están todos de pie en un paisaje abierto, contra un fondo neutro blanco, apartados de su contexto natural, es decir, de sus escenarios laborales. Todos miran directamente a la cámara, y las expresiones de sus rostros son mínimas, aunque todos revelan una extraordinaria fuerza emocional.


En estas fotos, la madurez de Avedon se enseña orientada hacia una fotografía documental y comprometida socialmente. En sus palabras “...Eran los tiempos en que Reagan utilizó como slogan ´Empieza la mañana en América´, pero más bien creo que era medianoche en el Oeste. Casi todos los hombres y mujeres que fotografié iban de lugar en lugar buscando trabajo. Era un momento en el que la industria de la minería se estaba cayendo. La mina de cobre más grande de EE.UU, Butte, en Montana, cerró; y todo el pueblo colapsó. La ganadería se fue a pique. La agricultura estaba en un momento horrible. Y toda esta gente estaba siendo ignorada”.


Los críticos le preguntaron porque este cambio y los intereses sociales de esta serie, no sin entrever con ironía que se debía a un giro estratégico orientado a conquistar un lugar en el arte fotográfico. Avedon replicó que trabajando durante muchos años como retratista, fotografió lo que mejor conocía y entendía, es decir a artistas, políticos, intelectuales, celebridades sociales, íconos de la belleza. Y que hasta tuvo juicios “políticamente incorrectos”, cómo el haber dicho en una oportunidad que no tenía idea cómo sería sentirse una persona de piel negra o ser empleado de una fábrica; y que por tanto no sabría como fotografiarlos. Por supuesto, estas opiniones cambiaron: “...me tomó un largo entender que la gente comparte las mismas preocupaciones, y que confrontar a un obrero del petróleo no es muy diferente que hacerlo con un escritor. Y debo admitir que la gente ordinaria fue más generosa, menos temerosa con la cámara y más accesibles

LA CAÍDA DEL MURO


Avedon vino a Berlín en los últimos días de 1989 para fotografiar el año nuevo en libertad para los habitantes de esta ciudad. La República Democrática Alemana se había desmantelado, la Unión Soviética ya era parte de la historia y el símbolo más importante después de la segunda guerra, el Muro que dividía el Oeste del Este europeo, estaba siendo demolido. “Sentí miedo y un clima de violencia y peligro. Vi como los manifestantes arrojaban botellas y fuegos artificiales a la multitud. Era lo más lejano a una celebración feliz”.


En esta serie de fotografías de gran formato describió un amplio espectro de emociones que encontró entre las miles de personas de la última noche de 1989, cuando la RDA abrió sus fronteras el Año Nuevo. Jóvenes y viejos, ejecutivos, amas de casa, punkies, gente sin hogar; toda una humanidad en varios registros retratada explosivamente en cada imagen que refleja tensión, confusión, expectativa, alegría, llantos, gritos...el dolor no le fue ajeno.


Después de haber tenido a las personas más influyentes del planeta frente a su cámara, el Avedon iconoclasta y crítico también sobresale en esta muestra retrospectiva. Como en el retrato de Charlie Chaplin con sus cuernos, significando la despedida del actor dirigida a los Estados Unidos, o a su gobierno, que lo perseguía en los más oscuros años de la represión anticomunista, y que Avedon se atrevió a editar.


Fernando Moure

Berlin, 2011. Publicado en Revista WILD

Richard Avedon, Dovima with elephantes, 1955

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