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Portable Paradise and Inferno / Nélida Mendoza´s expanded works

Updated: Feb 21, 2019


Sketches - Textiles - Sound / Dibujos - textiles - imágenes sonoras

Sound design: Juanchi Franco Curator: Fernando Moure


Paraguayan-Italian artist Nélida Mendoza examines themes of dislocation and diaspora, and longing in this universal series of abstract drawings. Many of her spaces, locationes, places? are not recognizible at first looking, our eyes and perception are forced to understand a story in laying levels. But once the artist makes its best, draw, sculpt or travel, the reign of home, of a familiar landscape comes. She is a traveller Penélope, not waiting for Ulysses anymore.

The pieces are arranged to show the whole spectrum of the nomadic experience: newcomers who have it comparatively easy, and those who suffer at the bottom of the barrel. In both cases, Mendoza asserts, as any immigrant has no power in the world—anything she has, be it family, love, home or money can be taken from her at any moment. In the new Promised Land or exile one can be separated from its family and friends in a foreign language and culture, overwhelmed by feelings of loss and nostalgia.

In the series we may see and feel a sort of poetic justice drawed with obsession and commitment, a tactile strategy to focus our eyes. The expressive lines are hard and sharp: like the fallen people or faces with no forms. The wind and bureaucracy has erased their names, the river of forgiveness flood their dreams, the desert of age and adverse live quality their bodies. The repetition of these stories is monotonous at first; the spectator doesn’t want to believe that all of this are many stories overlayed. But the series compels attention. The stories represent an unusual perspective on migration that is not often reflected in Paraguay.


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(IT)

Il LAVORO ESPANSO DI NELIDA MENDOZA CIRCOSTANZE (SIMBOLICHE) DI UNA BIOGRAFIA

Nélida migra, da bambina, con i suoi genitori in Argentina, e dal Sud America, in Italia. Ma più interessanti sono le conseguenze simboliche prodotte dalla biografia, gli impulsi centrifughi che l'emigrazione produce come un enorme tema letterario e artistico.

Formatasi all’Accademia di Belle Arti di Buenos Aires, più tardi affina la sua pratica scultorea a Carrara, in Italia, sviluppa il suo lavoro come artista e insegnante nella penisola e in Sicilia. Il suo lavoro è alimentato da mescolanze culturali sudamericane ed europee. Ciò che la unisce al suo paese d'origine è la riconfigurazione mentale e formale della sua memoria, come una zattera che ha salvato la sua consapevolezza delle origini e della loro universalità.

La sua opera insiste, a livello formale e metaforico, sull'ubiquità dei luoghi, delle storie e delle esperienze, che, essendo rappresentati, fungono da simboli di emancipazione e catarsi. Forme che a volte sono giustapposte, legate o annodate, evidenziando confini e limiti affermando il loro orizzonte psicologico, sociale e culturale.

Parole come partenza, diaspora, perdita; o ricerca, attenzione e ricompensa, sono comuni nel discorso sulla migrazione o l'esilio: negli andirivieni tra terre e mari sono possibili mappe dell'esperienza, schizzo abbozzato di piccole imprese e grandi paure. Assidua visitatore del suo paese e interessata ai suoi attuali corsi, si riconoscono in lei , anche da questo segno di astrazione formale, gli ingredienti della cucina narrativa, da dove elaborare ricette arricchite dal transito esistenziale e geografico.

Andare e venire, ritorno eterno , sensazione ambigua di essere e non essere; voler essere parte di un luogo natale che non sarà mai, ma comunque persistente nella memoria; amare e odiare un'origine; ricordare e dimenticare una cultura. In questi racconti di linee piatte e suoni tridimensionali, aggiorniamo l'Odissea, sostituendo Ulisse con una Penelope che scrive un viaggio: un viaggio in grado di trapiantare pezzi di un tessuto interno laborioso, intimo ma stranamente familiare. ____________________________________________________________


Circunstancias (simbólicas) de una biografía (fragmentos)


En lo que respecta al dibujo monocromo, núcleo central de la muestra, éste puede entenderse como el lenguaje primigenio en el que inscribir un espacio, paisaje, un locus vacío y pleno, construído de formas llenas o vacías, positivas y negativas. A veces estos espacios están poblados de formas preñadas con otras, o están definidos con mucho detalle y generan una composición geometrizante, dejándose ver imprecisos y lábiles.

Sobre estos dibujos se suman otros papeles formando sucesivamente capas y veladuras, adensándolos táctil y visualmente. Lo que discurre en estos intrincados lugares es complicado, la tensión visible en la gestualidad del trazo sugiere un paisaje del encierro, un escenario ambiguo entre presencia y ausencia.

Similar al punctum fotográfico, las cavidades y pliegues oscuros concentran la primera mirada, tanto en los papeles como en las piezas textiles. Cierto equilibrio entre simetría y balance de elementos antagónicos de luz y la sombra, conducen ópticamente al sitio de un secreto, de una herida, tal vez. Este dibujo contrapuesto de líneas quebradas y dirigidas hacia un agujero negro y entrópico, pareciera ser creado para mirarse en un espejo, en una rotación inversa. Es probablemente allí, en estos espacios negros como ojos, donde brille aquello de lo que más se ha huído, del baldío sombrío, del rostro tenebroso engrudado en la memoria.

La creadora nos muestra aquí la trama de su estrategia narrativa: como un telar de hilos para describir –a través del dibujo, del objeto-collage textil o del sonido– dónde escenificar su fidelidad al recuerdo y a la construcción identitaria.

Circunstancias (simbólicas) de una biografía

Nélida migra, siendo niña, con sus padres a la Argentina, y de Sudamérica, a Italia. Pero más interesan aquí las consecuencias simbólicas que produce la biografía, las pulsiones centrífugas que la emigración produce como tema literario y artístico enorme .

Formada en Bellas Artes en Buenos Aires, y luego en Escultura en Carrara, Italia, desarrolla su trabajo como artista y docente en la península y en Sicilia. Su obra se nutre del mestizaje cultural sudamericano y europeo. Lo que la une a su país de origen es la reconfiguración mental y formal de su memoria, como una balsa que salvó su conciencia de los orígenes y de su universalidad.

Su obra insiste, a nivel formal y metafórico, en la ubicuidad de lugares, historias y experiencias, que a fuerza de ser representados, actuarían como símbolos de emancipación y catarsis. Formas que a veces se yuxtaponen, atan o anudan señalando fronteras y límites afirmando su horizonte psicologista, social y cultural.

Palabras como partida, diáspora, extravío; o búsqueda, atención y recompensa, son habituales en el discurso sobre la migración o el exilio: en las idas y vueltas entre tierras y mares se traducen posibles cartografías de experiencia, croquis rasgados de pequeñas proezas y grandes temores. Asidua visitante de su país e interesada en sus derroteros actuales, se reconocen aún desde esta impronta de abstracción formal, los ingredientes de la cocina narrativa de Nélida Mendoza, desde donde elaborar recetas enriquecidas por el tránsito vivencial y geográfico.

Ir y venir, eterno(s) retorno(s), ambigua sensación de estar y no estar; querer ser parte de un terruño que nunca lo será, pero aún así adherido a la memoria; amar y odiar un origen; añorar y olvidar una cultura. En estos relatos de línea plana y tridimensional, así como en el sonido, actualizamos La Odisea, reemplazando a Ulises por esta Penélope registradora de su viaje y formación: una viajera capaz de trasplantar pedazos de un laborioso tejido interior, entrañable y a la vez, extrañamente familiar.

Fernando Moure Köln am Rhein, 08.09.2018

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